Heriberto Muñoz Hernández
La situación de desigualdad que se vive en el país se torna cada vez más lacerante para las capas más pobres de la sociedad. El reconocido portal de noticias RT publicó una nota que dice así: “Chile y México lideran la lista de los diez países desarrollados más desiguales en el mundo, reza un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que advierte que su disparidad de rentas frena el crecimiento económico y daña el tejido social”.
En los días que corren, la situación que estamos viviendo se torna cada vez más incierta en todos los ámbitos. Pero donde se están haciendo más notables estos problemas es en el ámbito económico. La gran desigualdad, que se produce a raíz de la excesiva concentración de la riqueza en sectores privilegiados, está alcanzando niveles impresionantes. Lo que cabe preguntarnos es: ¿quiénes sufriremos estos estragos? La respuesta es obvia: la clase pobre será la más afectada y hoy en día ya estamos viviendo algo de ello.
El sistema económico vigente ha hecho que la brecha de la desigualdad, que se agudizó en el caso de México desde la década de los 80 con la implementación de un nuevo modelo que en un principio se dijo traería bonanza para todos los mexicanos, crezca cada vez más; esto es, que las diferencias entre los que menos tienen y los que más tienen alcancen niveles muy elevados. Pero esto no sólo sucede en nuestro país sino es a escala global. Estudios de organismos internacionales que para nada se podrían calificar de tener tendencias socialistas o izquierdistas revelan datos increíbles. Por ejemplo según Oxfam en el año pasado 62 personas poseían la misma riqueza que 3 mil 600 millones de personas equivalente a la que poseía la mitad más pobre de la población del mundo. Y sólo en 2010 eran 338. Lo cual quiere decir que en tan sólo cinco años la riqueza de las 62 personas ha aumentado en un 45%, y por otro lado la que posee la mitad más pobre se redujo en un 38%.Otro estudio de la revista Forbes, señala que México es la economía número 14 a nivel mundial pero la contradicción es que 45 millones de habitantes viven en situación de pobreza. El autor del estudio Gerardo Esquivel, economista del Colegio de México, señala que México es uno de los 25 países más desiguales del planeta, además dentro de los que integran la OCDE es el segundo después de Chile.
Así también, recientemente, Eugenio Herrera Nuño, en un artículo indica que el 10% más rico de México posee el 64.4% de la riqueza del país. También indica que, según la OCDE, México no ha avanzado en infraestructura de Telecomunicaciones debido a la concentración de mercado y los monopolios, por ejemplo en el país la gente ha tenido que pagar altas tarifas gracias a que Telmex pasó a ser empresa privada.Y así podríamos citar más datos pero lo que es evidente es que las élites económicas pueden manejar al Estado a su antojo implementando políticas a fin de que sus intereses no sean perjudicados.
Ahora si hablamos de salarios, entre los países de la OCDE somos de los que pagan los sueldos más bajos, donde la gente más horas trabaja y donde recibe menos por cada hora de trabajo. Y esto repercute en la capacidad de compra, ya que no podemos tener ni siquiera acceso a la canasta básica. Por ello, es necesario empezar a tomar medidas de política económica para que la distribución de la riqueza sea más justa y más equitativa, para que las personas trabajen y que sean bien renumeradas por su trabajo. Eso es algo indispensable de lo contrario la sociedad se hundirá cada vez más en la miseria.
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