Eduardo González Galván
Dirigente de la FNERRR Sección Atlixco, Puebla.
Desde el 2 de octubre de 1968 hasta inicios del año 2000, se había notado una indiferencia y apatía por parte de los jóvenes con relación a la problemática de la política nacional, sin embargo en los últimos años se ha notado un incremento en la inconformidad de los jóvenes por los problemas nacionales; el mal gobierno y el impacto negativo en las condiciones de vida de los mexicanos.
A simple vista, pareciera que por cuestiones del azar la conciencia social de los estudiantes ha comenzado a despertar del aletargamiento al que habían estado sometidos por casi cuarenta años, si nos detenemos a realizar un análisis sobre el desarrollo de los Movimientos estudiantiles en México podemos darnos cuenta de que la masacre de Tlatelolco no fue el único acto cruel de represión en nuestro país, sino por lo contrario, la constante lucha estudiantil por conseguir y
mantener “la educación gratuita” ha costado cientos de vidas. En 1968 los estudiantes de la
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) se lanzaron contra el plan “Elizondo”, que proponía el autofinanciamiento mediante la elevación de cuotas escolares proporcionales a la capacidad del estudiante y eliminar el subsidio estatal; en Villahermosa Tabasco la Universidad Benito Juárez estalló en huelga, el 29 de julio en el río Grijalva fueron asesinados docenas de estudiantes; finalmente, el 30 de julio el ejército disparo contra alumnas de la Normal. Esos actos son los más violentos hasta antes del 2 de octubre en la ciudad de México, por mencionar algunos.
Con la represión de Tlatelolco el gobierno logra infundir terror en los estudiantes, pues los efectos en la juventud mexicana en los siguientes cuarenta años sería estar recordándoles constantemente que no se permitirían movimientos de manifestación en México.
El 5 de diciembre de 1968 el CNH levanta la huelga y la comunidad regresa a los campos universitarios después de cuatro meses en las que el movimiento estudiantil en el D.F. fue perdiendo fuerza de manera considerable, no así en los estados donde se fueron consolidando como en Puebla, Sonora, Nuevo León entre otros estados, durante 1969 y 1971, que pasaron a una fase de radicalismo y escisiones.
Para los años 80 la crisis económica se complicó; en 1982 el peso mexicano se devalúo en un 400% frente al dólar. Los movimientos estudiantiles más fuertes se fueron extendiendo a los espacios rurales, básicamente en las normales, aun cuando la Universidad de Chapingo, la de Guerrero y Puebla mantenían de alguna manera al movimiento estudiantil.
En 1986 la UNAM estalló en huelga con el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) como estructura de organización; el pliego petitorio fue: a) la derogación de las reformas del 11 y 12 de septiembre aprobadas en sesión del Consejo Universitario, y b) la realización de un congreso general universitario, donde se impulsara una reforma democrática e integral de la UNAM. La huelga duró 21 días (del 29 de enero al 18 de febrero), se logró la derogación de las reformas y se pactó un congreso que finalmente se realizó cuatro años después, en 1990 donde las autoridades lo mediatizaron por medio del control de los delegados.
En las universidades del resto del país se empezaron a llevar a cabo diversas reformas en contra de los estudiantes que en la UNAM no habían pasado. Las universidades de Guerrero, Chapingo, Puebla y Sonora fueron de las pocas que presentaron resistencia; las normales rurales comenzaron a cerrar, quedando para el año 2000 5 de 37.
En Abril del 2000 se realizó el Primer Encuentro Internacional de Estudiantes en el Mexe Hidalgo, donde en un primer intento de coordinar las luchas en el ámbito mundial solo se alcanzó la ruptura más amplia del movimiento estudiantil.Sin embargo “la democratización” de los movimientos estudiantiles ha hecho que los dirigentes de los movimientos estudiantiles estén en contubernio con las universidades y gobiernos estatales creando grupos de choque para amedrentar a aquellos jóvenes inconformes con la educación de las universidades.
A pesar de que se ha infundido terror en la juventud, y de que se trate de manipular mediante la “democratización” a los estudiantes, en los últimos años los jóvenes han manifestado sus inconformidades mediante mítines y marchas, sin embargo sólo hay una organización estudiantil en el país con resultados concretos en beneficio de los estudiantes más marginados en México.
En 1999 en el Estado de México surge la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez, grupo estudiantil que preocupado por resolver las demandas de la base estudiantil inicia gestiones y luchas, en Puebla y Edo. Mex., después de quince años de logros en los cuales se han podido cuantificar la construcción de escuelas, becas, apoyos a casas de estudiantes, la creación de grupos culturales, sólo por mencionar algunos de los logros; se puede deducir que sólo la lucha organizada permitirá transformar las condiciones que enmarcan a la educación en nuestro.
El próximo 20 de marzo se llevará a cabo un nuevo suceso que marcará el futuro de la lucha estudiantil pues se realizará el 5to Congreso Nacional de la FNERRR, en donde los diversos delegados provenientes de todo el país elegirán a la dirigencia que llevará a la FNERRR a ser la Vanguardia Estudiantil en México.