Ante los resultados de la política nacional ¿qué nos corresponde a los estudiantes?
18 de septiembre de 2015
Es innegable que la situación por la que está pasando el
mundo entero es preocupante. Por todos lados se ven las muertes que ha
acarreado el último siglo, y también es fácil adivinar que esto no ha
terminado. Lamentablemente, en México las cosas están igual o peor; nadie que
lea un diario respetable (aunque queden muy pocos) puede dudar de los números
tan preocupantes que se difunden por las distintas instituciones nacionales e internacionales
encargadas diversas evaluaciones.
Pero por si no se han enterado, haremos un breve repaso para
que se sepa de lo que estamos hablando. Hace poco informó el Consejo Nacional
de Evaluación de la Política de Desarrollo Social que la pobreza en México
ascendió en el periodo de 2012-2014 a 55.3 millones. Así, los pobres del país
pasaron de ser el 45.5% a 46.2%; parecen unos pequeños puntos porcentuales,
pero los que vivimos aquí sabemos que el país no puede soportar ya ni tantito
más de injusticia, ni un poquito más de incompetencia, ni un poquito más de
retroceso en la calidad de vida de las mayorías.
Aún más, Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México,
menciona que, en realidad, nuestro país rompió la marca de 100 millones de
pobres. Suma y sigue (y perdón por hacer tan larga la lista de los baches por
los que atraviesa nuestro país, pero nuestra realidad no amerita otra cosa),
los medios de comunicación han difundido el plan que tiene la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) de recortar el recurso destinado a la
educación superior.
Según algunos diarios, el presupuesto destinado al IPN
pasaría de 3 mil 522 millones de pesos a 3 mil 127.2, lo que representa una
diferencia de 394.8 millones; la UAM de mil 677.5 millones de pesos se vería
afectada con el 6.7 por ciento menos llegando así a mil 565 millones; la UNAM
que cuenta con un presupuesto total de 7 mil 291.5 millones bajaría a 6 mil
941.2, que indica 4.8 por ciento menos. Y a pesar de que se dice que no es algo
definitivo y aprobado no nos sorprenderíamos si así llegara hacer; caemos en
picada.
Ante este panorama tan desolador, ¿qué posición han adoptado
los estudiantes? ¿Qué ha pensado hacer el pensamiento crítico del país, máxime
cuando ha llegado a él la ola de desgracias desencadenadas por la mala
dirección de muestra economía? Pensamos que nada o muy poco. El estudiantado
nacional parece estar en un interminable letargo del que es casi imposible
sacarlo, muchas veces porque él mismo se resiste a ello.
Es por eso que en el colectivo ISKRA de la Facultad de
Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
creemos que nuestra lucha por crear estudiantes críticos está más justificada
que nunca. Pero no solo eso, más que despertar al gigantesco estudiantado
universitario a tal grado de poder dar razón de los males sociales de México,
queremos que se decida a actuar. Creemos que tenemos que unificarnos para que
como una sola fuerza podamos poner nuestro granito de arena en la
transformación progresiva de nuestra sociedad. ¿O es que hay otra manera? Los
escuchamos.
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